Cinco preguntas polémicas un algo unisex

Vas de compras tú sólo a buscarle un regalo a tu novia porque tú también sabes regalarle a una tía, por qué no? Y además en una sociedad moderna como la actual ya no resulta raro ver a un tío mirando faldas y collares o chupándolos o metiéndoselos por el culo. Entras en el Women Secret porque sabes que a ella siempre le gustan las... cosas... de esa tienda. Se te acerca una chica muy amable y sin mirarle demasiado a las tetas, casi sin notar que ella lo ha notado, le dices:

"Mira, ahora que me estoy fijando, esta lencería de encaje no la llevaban antes las putas en las pelis del Oeste?"

No tienes valor para ir tú sólo a comprarle algo a tu novia por su cumpleaños. Bueno, realmente no es que te falte valor, es que no te parece algo suficientemente importante como para buscarte tú la vida, así es tu "amor" de natural, así que llamas a la que crees que es la mejor amiga de tu novia, aunque no estás seguro de si esta última semana puede haber cambiado el ránking por no sé qué de un comentario de pasada que encajaba poco y mal en un contexto breve de terracita y gafas de sol para todas. En todo caso, la amiga top-3 de tu novia accede a acompañarte. Es incómodo porque no sabes de qué hablarle, ni siquiera estás seguro de su nombre. Estás convencido de que está esperando que se te escape una mirada a su culo para usarlo contra ti y destruir tu relación. Aún así le miras el culo porque crees que cada persona debe actuar con su-normalidad, pero deseas acabar rápido y ella también:

"Mira, creo que esta espada samurai le iba a encantar a tu novia."
"Sí? De verdad?"
"Sí, de verdad... Menos mal que me llamaste, PA-LE-TO!"

Te gusta que te gusten las cosas que le gustan a tu novio. Al fin y al cabo él también se ha tragado visto contigo las últimas ediciones enteritas de Gran Hermano y OT. Incluso Mujeres Desesperadas parece no haberle desagradado, aunque quizá sea demasiado pronto para compartir Anatomía de Grey. Pero no pasa nada, tampoco quieres que todo "lo tuyo" sea "suyo". Todo, todo... no. Aún así te sientes en deuda:

"Eso es fuera de juego, no cari?"
"No, eso es la rueda de prensa. No te preocupes, cari, si no lo entiendes, no lo entiendes y tampoco pasa nada".
"También... de verdad... qué deporte más estúpido, pegarle patadas a un balón" ← grandes clásicos de ayer y de hoy

No respetas la opinión de tu novio sobre moda, ni sobre viajes, ni sobre nada. Tú sabes de muchas cosas porque lees las revistas de la peluquería. Tú sabes que Túnez mola... qué coño va a saber tu novio si sólo lee periódicos deportivos. Quieres a tu novio, claro, pero es un tío insensible al que sólo necesitas para descargar la ira contenida acumulada bajo apuntes de sonrisa en las conversaciones con tus mejores amigas. Él te quiere y por eso no le importa prestar sus oídos mudos a todas esas cosas vitales y definitivas que te suceden con ellas. Lo que te encanta de él es que siempre te da la razón. Desde que salís juntos nunca te has equivocado, lo que, por cierto, encaja bastante bien con tu personalidad:

"Tú crees que este pantalón me hace gorda?"
"Pues no sé, yo creo que te queda bien. Te hace un buen culo"
(Mini-risa lateral pretendidamente mal disimulada) "Bah, tú qué sabrás!"

Ambos valoráis el silencio, pero siempre hay algo que os incita a quebrarlo. Ese impulso irracional que os empuja a realizar preguntas cuya respuesta nunca será adecuada.

Posibilidad #1 (Ella con cara de búho verde, realizando microactividades sin finalidad dentro del campo visual de él. Él con su capacidad limitada para procesar estímulos de cualquier clase, con esa ingenuidad gilipollas que le ha proporcionado tantas y tantas satisfacciones en el pasado)

"Oye, cari, te pasa algo?"
"A mí? A mí qué me va a pasar??"
"Digo... como te veo con esa cara..."
"Tú todo lo arreglas preguntando, qué fácil es todo siempre contigo!"
"A ver, pero entonces te pasa algo sí o no?"
"No-nosé... Tú me quieres?"

Posibilidad #2 (Él deconstruyendo las horas entre autocomplacientes tocamientos de pelotas. Ella proyectando inconveniencias fruto de una tranquilidad especulativa un tanto incómoda)

"Oye, cari, te pasa algo?"
(La furia de "la roja" posee súbitamente hasta el último cromosoma marcador de masculinidad) Qué? Que yo no me follé a nadie en la despedida de soltero de Iñaki, joder! Cuántas veces te lo voy a decir? Qué es esto, un puto interrogatorio?"

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