Espaço Em Branco ©

(Puede contener spoilers -de hecho contiene un fuego de ellos-)

Revolutionary Road. Es como Titanic, pero en vez de ser en un barco es en una casa con jardín.

El curioso caso de Benjamin Button. La verdad es que el "caso" no es realmente tan curioso, aunque sólo vi el CD1 bajado de internet en descarga ilegal porque me tenía que ir a dormir. Pero la película es básicamente una copia de un cuento de base tradicional, que por ejemplo Rafael Dieste ya escribiera en 1926 (O neno suicida) o F. Scott Fitzgerald antes que él. Copiar está mal, así que buuuu!

Watchmen. Todos se lo pasan de puta madre menos el que lleva un trapo con mercromina negra en la cara, que está jodido de la cabeza y no se sabe cómo coño es capaz de ver a través del trapo (debe ser su súper-poder: rayos-trapo). Después sale un tío azul que por lo que parece es una especie de ballena que se alimenta de electricidad (aunque tampoco es seguro).

Duplicity. Si esta película fuese una espinaca untada en miel muchas más hormigas dejarían de morir de hambre y eso sería algo bueno. Además crecerían fuertes y sanas. Perfecto. Pero no, porque sale Julia Roberts y la jode (como siempre).

Señales del futuro. Un profesor de astronomía-padre-soltero/viúdo quiere follar, así que se inventa unos números que coinciden con fechas en las que pasan cosas (super raro esto). A veces aparecen unos gays del espacio que finalmente se llevan a su hijo porque la tierra va a explotar o algo (super visionario esto). A él no se lo llevan. A joderse.

Déjame entrar (Låt den rätte komma in). A un niño le pegan en el cole. Hay mucha nieve siempre. Luego conoce a una niña vampiro, casi hacen el amor con 12 años y ella los mata a todos.

Star Trek. Spock se lo hace con la negra. Ciencia-ficción de la buena. El resto es todo en el espacio, así que nada, no hay quien se lo crea.

Terminator Salvation. «Deicalogo raparigo» es una frase muy difícil de superar. No obstante aquí lo intentan poniendo saltos muy altos de gente bastante fuerte y disparos (pam-pam-pam). Siendo, como es, una buena comedia futurista se echan en falta sonidos guturales para los robots y sonidos anal-intestinales para los supervivientes, porque tanto tiempo sin comer bien tiene que joder el estómago a la fuerza. El caso es que las máquinas ganan la guerra o no se sabe. Pero vamos, que hostias salen.

La última casa a la izquierda. Primer fallo: no se puede poner una casa en el medio del monte y decir que es la última a la izquierda porque eso es según se mire. Si vienes del lago es a la derecha. Esto resta credibilidad a la historia y los/las actores/actrices se pasan toda la película con cara de despiste porque se les nota que no creen en las indicaciones. Es tal el descontrol que a una la violan y a otra la matan porque no se sabían orientar. Así no se hace terror. El terror se hace sacando a Andrés Pajares con síndrome de abstinencia. Eso sí que asusta.

Arrástrame al infierno. El género es importante: terror-comedia. Esto define lo que se puede ver. Es como la de "Tu madre se ha comido a mi perro" pero sin el perro. La escena en la que habla la cabra debe de estar entre las 10 mejores de películas con animales de toda la historia (a la par quizás de la muerte de la madre de Bambi y de el casi aplastamiento del niño repipio por la orca Willy -qué gran frustración supuso aquello-). También mola cuando la vieja rumana aparece volando y cuando sacan los zooms locos en plan "cómo se van a joder todos" (ole, Sam Raimi, ole).

Resacón en Las Vegas. La película se anuncia como "Del director de «Starsky & Hutch»", lo que ya acojona lo suyo y es para echarse a temblar. Después la trama trata como de una especie de fiesta homosexual en un desierto de mierda. Y por cierto, sacar a Mike Tyson sin comer sus propios excrementos se llama "dejar pasar una oportunidad de oro para que salga Mike Tyson comiendo sus propios excrementos". A ver si para la segunda parte, «Requesón en The Little Oak»...

Distrito 9. Unos grillos hacen de gitanos. El resto es tipo documental. Uno de apellido holandés hace como de Labordeta por los campos de exterminio re-educación y se infecta con mierda de gitano de grillo extraterrestre así que le sale un brazo de risa como el de Popeye. Mola porque la nave de los gitano-grillos se queda sin gasolina y tienen que pedírsela a los negros. Como la vida misma este documental.