Arte para no entendidos (o sea todos)

El arte es mis huevos. El arte es mis sueños.

El arte es un mundo loco, con váteres en medio de grandes salones, osos de peluche espeluznantes en el centro de grandes ciudades, estructuras de aluminio agujereadas de grandes proporciones, salas de exposiciones convertidas en escombro y así un largo etcétera, que se retuercen y cobran vida ante un inocente "no lo entiendo", un cauto y a la vez boca-rueda "qué interesante!" y un decidido y entendido "esto es una puta mierda!".

Hasta hoy. Amigos, amigas, el arte es una cosa que se mueve y respira; es decir, el arte emana de gente viva, con sus divorcios, sus gustos extravagantes por el helado de pistacho con nueces de Macadamia, sus imsomnios, sus almorranas y sus tiritos de cocaína para superar el día a día y la presión de ser el centro del mundo que ello conlleva. (Esto es una ironía). El arte, queridos barra as, es completamente explicable. Por qué? Porque es observación, es intuición, es risa.

Veámoslo hoy, en una primera entrega que espero sea la antesala de muchas, en un cuadro del famoso Melquíades Lamadre Guatdefaq.

A simple vista puede parecer un cuadro realista, pero no, es una abstracción. Quizás hayáis oído hablar de que la abstracción son manchas de mierda coloreada que se supone que significan el amor, el odio o ambas cosas cada cinco minutos alternándose en espiral sin parangón. Quizás os hayan contado eso de que si miras mucho tiempo un punto pequeño en un lienzo, al rato te conviertes en el punto (después de una introspección de la hostia, claro. No va a ser todo llegar y entender) y que eso es una metáfora de lo insignificantes que somos. O sea, que el menda que se sacó de la manga un cuadro que tiene un punto en medio y medio, de un color que ni es ocre, ni es negro, ni es rosa, ni su puta madre y te cuenta una milonga para que te guste, es de noche el mismo trilero que te dice que tienes una mancha de huevo y... arriba el pañuelo!

Pues eso no es abstracción. Eso es una cosa muy loca que nos han contado para darle altos vuelos a orinar en una superficie artisticable y vendernos un sueño de hojarásquica ilusión, cobrado, eso sí, en palpable dinero de verdad, del de intercambiar por tres kilos de naranjas. Muy serio.

Veamos lo que dice el diccionario M.L. Asuda sobre el significado de abstraer:

Separar por medio de una operación intelectual las cualidades de un objeto para considerarlas aisladamente o para considerar el mismo objeto en su pura esencia o noción.

Operación intelectual? Cualidades? Aislado? Pura esencia? Noción? Esto sí que es una definición artística, no? Ejemplifiquemos toda esta mierda en el cuadro que ilustra este estudiocosa:

1 El amigo del caballo

Todo el mundo sabe que los caballos molan y los jinetes son retrasados. Es fácil inferir, pues, que el jinete es el alterego del pintor. Va de rojo y el rojo es un color que gusta mucho en el arte, porque tanto es la sangre como no lo es y es otra cosa. Caramba! Vayamos más despacio.

El caballo mira hacia otro lado, en escorzo. Luego... luego qué? La idea os merodea verdad? Efectivamente, el caballo no quiere estar ahí. El caballo es tu madre preguntándote a qué hora llegaste, el caballo es tu profesor de física, que te mira las tetas porque manda él. El caballo es la vida, amigos y amigas.

2 El perro mordedor

Siempre tiene que haber un gilipollas que no se moja, uno que espera a que otros hagan el trabajo sucio, un aprovechado, un... perras. No es fantástica la abstracción realista? Este perro es lo más importante del cuadro. Por qué? Acaso no habéis oído hablar de ese concepto de: "si está en el centro es lo más importante": el centro del debate, el centro de la ciudad, el centro de desintoxicación... es infinitoinfinitioinfinitoinfinito (no hay salida).

3 El perro imposible de dibujar normal y mejor con proporciones locas

Este perro es el que marca el desarrollo, el tránsito desde la vida puta loca y la vida del currante. Es una alegoría animalizada, una fábula, un cuento, una ilusión, una canción ininterpretable. El perro es las notas que no suenan cuando un ciego toca el piano de la vida. Es un imposible. De ahí sus proporciones cómicamente antinaturales y su postura erguida, como el antidueño de sí mismo. Este perro es como el otro, pero completamente distinto. En esto se distingue el arte de la fotografia, a no ser cuando un gemelo y sólo uno se rasca la polla para salir en la foto de la precomunión mientras el otro sostiene las cuentas del rosario con actitud desenfadadamente pararreligiosa, entonces la fotografía también refleja más la diferencia que la igualidad.

4 La vaca ciervo que no sabía lo que estaba pasando y venía como desde atrás

Toda obra de arte tiene un punto tragicómico, una especie de movimiento de pulsión incontrolable por doblar el horizonte de lo esperable y hacerlo anecdótico y pasajero. Por eso el ciervo es enorme, porque conjuga dos verdades: hay que ser fuerte para alcanzar el otro lado del río y hay que ser enorme para que sea imposible conseguirlo. Físicamente imposible. Es como la contraparadoja. Es el lado opuesto al otro de la cara del rey de la moneda.

5 Los árboles que querían opinar

Todo el mundo sabe que la Tierra es redonda. Por lo menos los que creemos que Galileo Galilei no era un maricón con una túnica que nos regala un elefante de imitación madera de color caoba y luego nos lo quiere cobrar si nos parece bien (a él siempre se lo parece).

El arte se puede permitir recrear la realidad más concreta en el contexto más inencajonable. Por ejemplo, si la percepción de la redondez de la Tierra es la que es, por qué limitarla a un espacio dado? Por qué aceptar que la redondez tan sólo se puede percibir en un espacio de atrevidas y denodadas dimensiones? La redondez se percibe en 20 metros cuadrados. Y punto. No me toques las ideas artísticas, Torquemada del recto interpretar!

6 y 7 Las naturalezas muertas insondables

En todo cuadro abstracto de estampa natural debe haber elementos que hagan creíbles la situación. Es como la transfiguración de la verdad a través del entorno que la envuelve. Claro que también debe haber elementos que confundan, que perpetren dudas, que alienten el misterio. Por eso las montañas pueden ser eso, montañas, o quizás formas, ideas, esbozos de una intención que es superior al artista, a ti, a mí y a varios más, entre doce y cuarenta y seis.

Son rocas o son cocodrilos en el río? Son montañas de nieve o es el codo de uno que se apoyó con la cerveza el primer día de exposición? Querer saberlo es el primer paso para no entender nada. Saber es desquerer la sensación. No lo hagáis. No subestiméis nunca el poder de mantener inmaculado el desconocimiento, prístina la uña del dedo medio para mostrar un precioso y omnipotente "ahí te quedas, astronauta!".

Los hombres de Sodoma querian violar a dos ángeles y Lot dijo.......

He aquí ahora, yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

Génesis 19:8

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